sábado, 29 de enero de 2011

Atahualpa el Hijo del Sol y su tesoro

Hijo de Huayna Cápac y Paccha, fue el quinto y último emperador del Tahuantinsuyo. Nació en el Reino de Quito en 1500 y fue asesinado salvajemente por los españoles el 26 de Julio de 1533 en Cajamarca. El primer mártir que tuvo nuestra tierra, aún si la república no estaba constituida, guerrero, luchador, aunque también muy ambicioso. Para librarse de la prisión prometió recompensar a sus captores con dos habitaciones de plata y uno de oro ¨hasta donde alcanzara su mano¨, sin embargo después de cumplir con su promesa, los españoles lo sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y por ocultar un tesoro. Ahí es cuando digo, que desgraciados estos hijos de la ibérica audacia…
Al enterarse de su muerte, Rumiñahui, uno de sus Generales, decide desviar y esconder todos los cargamentos de los tesoros del Tahuantinsuyo que iban en camino a Cajamarca. Existen muchas versiones de dónde puedo haber sido escondido todo el oro, la plata y las piedras preciosas, todo apunta a que fue en los Llanganates en la provincia de Tungurahua. Rumiñahui fue arrastrado y linchado por no haber revelado la ubicación del escondite.
Todo esto ha sido una pequeña introducción para ingresar al mundo de lo que yo creo, son los verdaderos tesoros de Atahualpa, la verdadera herencia que dejó y que jamás podrán ser robados ni arrancados del ¨shungo¨ de nuestra ¨llacta¨. La manera de comer, las tradiciones, los productos e incluso ciertas técnicas de cocina perduran hasta hoy.  Una cocina que se desarrolló por la necesidad de alimentarse y que fue evolucionando con el desarrollo de los cultivos, la crianza de animales, la transformación de materias primas en harinas, bebidas alcohólicas, etc., marcada por ingredientes regionales y también por influencias que vinieron con los conquistadores, con la globalización y con la moda. El maíz, el fréjol, la quinua, las papas, son algunas de las materias primas más representativas de nuestra cultura, las cuales fueron las bases de la alimentación aborigen y que ahora forman parte de nuestra cocina tradicional.
Mi motivación es la de exaltar los productos que tenemos en nuestros campos fértiles, para de esta manera tener una gastronomía mucho más sólida, más nuestra y así poderla exportar al mundo, tenemos una variedad única de alimentos, muchas frutas que no hemos sabido explotarlas debidamente, como el taxo, el babaco, los ovos, la guaba, por sólo citar unos pocos. Espero que con estos pensamientos, pueda transmitirles mi pasión hacia el engrandecimiento de la gastronomía ecuatoriana y podamos descubrir el verdadero Tesoro de Atahualpa.

2 comentarios:

  1. Gracias a nuestros Taitas, guerreros, el tesoro debe estar donde no sirva para pueblos con ambición, debe estar en nuestro Ecuador en nuestra Pacha Mama.

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  2. Me vueno yo estoy estudiando eso as muy interezante😇😉😉se lo recomiendo ke lea

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